lunes, noviembre 21, 2005

La responsabilidad de comunicar

Cuando hace un poco más de dos años me senté al frente de la redacción de un diario local como editor general, recibí la visita de una madre de familia que venía acompañada de su hijo, un muchacho de unos 20 años con un evidente estado de enagenación.
Tenía un pedido especial: que por favor se de paso a una aclaración a una nota de prensa que seis meses antes se había publicado y en la que se acusaba a su hijo de ser el responsable de una violación a una colegial.
En menos de 24 horas de privación de su libertad, porque una víctima creyó ver en él al agresor y lo denunció ante la Policía, el acusado fue presentado ante la prensa. Toda una comunidad quedó absorta con la noticia...al sospechoso lo recluyeron en el Centro de Rehabilitación de Varones de Cuenca, donde en medio año que duró la investigación fue violado varias veces.
Seis meses después un dictamen del fiscal que investigaba el caso lo liberaba de toda responsabilidad. El dictámen se sustentaba en una prueba de ADN. La víctima se equivocó al ver en él al responsable de la violación; pero más se equivocó la prensa que no confirmó ningún dato y creyó ciegamente en la Policía y sus apresurados informes.

Por eso nace hoy esta página, como una propuesta personal que pretende que los periodistas nos veamos desde dentro, discutamos de nuestro trabajo, reflexionemos.
¿Quién nos ha elegido para manejar la cosa pública y la privada a través de nuestros medios? Esta es la pregunta que motiva esta página: la decisión de convertirnos en comunicadores, con licencia de acceso a la vida privada de los demás, muchas veces sin recapacitar en las implicaciones posteriores ni en nuestra responsabilidad social. ¿Cuáles deben ser los principios básicos con los que deben conducirse los periodistas de prensa, radio y televisión?
Abramos el foro virtual, periodistas y no periodistas, para que cada día nos acerquemos más a ese ideal de hacer bien nuestro trabajo...
Ricardo.