jueves, marzo 10, 2011

¿Una pausa para almorzar?



O para merendar. Da igual.

El periodista de Radio Pública Cuenca, Jhonny Guambaña Jaramillo, lanza una crítica –con un video como base- en la red social del Facebook a un debate del Concejo Cantonal del Municipio de Cuenca en medio de una comilona en la que los convidados: ediles, secretarios, público inidentificable y, al parecer, también periodistas, engullen a grandes bocados un reponedor seco de pollo, que a intervalos resbalan con cola Manzana.

La escena es medio patética. Desagradable más que graciosa. Pero no es nueva.

Ágapes similares se recuerdan, exclusivamente para periodistas, en el Comando de Policía durante las ruedas de prensa de los días lunes. Y había quienes reivindicaban el convite como una compensación lícita a los malos salarios que recibían como periodistas.



Al menos en este caso, el del Concejo Cantonal, que los ediles coman mientras trabajan es de su soberana responsabilidad. No va más allá de malos modales y riesgos para la salud. Si los convidados fueran los periodistas, allí sí sería un asunto de estricto debate ético.

Como también es un asunto de ética el hacer una grabación de forma subrepticia y luego “colgarla” en las redes sociales. Me refiero a la acción de Jhonny de grabar a los ediles sin su consentimiento, y luego a la decisión de “subir” el video a las redes sociales sin su asentimiento.

¿Se requería consentimiento y asentimiento para estas dos acciones? Podría pensarse que no por su condición de hombres públicos, pero prefiero pensar que sí porque así dice el código ético que nos rige como personas, primero, y como periodistas, después. La inquietud de Jhonny se solventaría con que los ediles hagan una pausa para almorzar o merendar, para que en la sobremesa puedan seguir con atención a su compañera legisladora y su propuesta de reformar una ordenanza para las personas que trabajan en los mercados.

Hasta el Gran Hermano requiere de una licencia para andar por allí, con cámara en mano, documentando lo que él considera que está bien, y lo que está mal.

Es mi opinión.