lunes, marzo 21, 2011

Producción nacional: De la mala a la peor…


¡¡Una pausa en el vértigo!!

¿Será que alguien se atreve a cuestionar la última producción del cantante ecuatoriano Delfín Quizhpe titulada “En un pequeño motel”?

Lo digo porque, a mi parecer, algunos medios de comunicación y ciertos programa de farándula intentaron “curarse en sano” para evitar lo que ya sucedió con el video “Las torres gemelas”: la principal valoración vino de fuera, y en un canal irregular: YouTube.

De lo contrario cómo explicar que casi al unísono hayan destacado una producción –en mi personal punto de vista- de mal gusto estético y con una propuesta “artística” que evidentemente no repetirá la reacción que en el público desató “Las torres gemelas”, el verdadero fenómeno de Quishpe.

Hasta hace unas semanas el artista “tecnoandinocumbiero” desfilaba por los canales de televisión contando cómo había producido el videoclip, como si se tratara en realidad de un artista nacional que aporte con una propuesta innovadora, de vanguardia, o al menos con una mínima rigurosidad estética, digna de estar en los medios.

¿Será que nadie decidió ver el video con un poco de predisposición crítica? O será que pensaron: “antes de que sean fenómeno fuera, démosle nomás espacio” O más simplemente: “Bueno, es Delfín, y todo lo que haga está bien…”
Personalmente el video no lo recomendaría ni por curiosidad. Hasta YouTube lo ha marcado como de contenido inadecuado para los usuarios, y solicita un registro previo.

¿Y vieron el estreno de la Tremebunda Corte?



La conclusión más urgente: mejor deberían pasar la serie original, porque Leopoldo Fernandez y su elenco –muchos de ellos desaparecidos- definitivamente lo hacían mejor.

No creo que solamente se trate de lograr la imitación perfecta, sin ningún ingrediente propio: hasta las multas del juez siguen siendo en pesos.

Para qué hacer una imitación –por más fiel que resulte- si es que no habrá aporte alguno: es mejor regresar a la serie anterior y evitarle los malos ratos al pobre Tres Patines, en la otra vida.

No soy crítico de producción televisiva ni musical. Pero desde la posición de televidente, debo elevar mi voz con mi posición: ni Delfín bañándose con su amante, desnudos, en un Pequeño Motel, ni Reinoso tratando de memorizarse los pasajes de Leopoldo Fernandez.

Es mejor no temerle a la crítica, y exigir más.