jueves, abril 09, 2015

Las izquierdas de la derecha

El objetivo se cumplió. Las reuniones de las izquierdas de Iberoamérica y de las derechas del Ecuador lograron ubicar a Jaime Nebot a la izquierda.

Digo, a la izquierda de Paúl Carrasco, porque a la derecha del prefecto azuayo se sentó Mauricio Rodas. Y clic, la foto, cámaras, reporteros.

Lo explico: el prefecto azuayo, Paúl Carrasco, en un desproporcionado interés por celebrar el primer año de su reelección organizó algunos eventos locales, entre ellos la Reunión de las Izquierdas deIberoamérica: el 20 y 21 de febrero debían sentarse en torno a cinco representantes de movimientos de izquierda de Ecuador, Colombia, Chile, México y España para, al final, elaborar “un manifiesto sobre los objetivos de los movimientos de izquierda de frente al panorama político de la región y la creación de una instancia de coordinación y diálogo de las izquierdas latinoamericanas como alternativa a los gobiernos actuales”.

Desconozco el contenido del manifiesto, o si es que existe, pero lo que sí está confirmado es que cuatro de los cinco invitados no vinieron al encuentro; la razón, de boca del propio prefecto anfitrión, fue que no viajaron “para evitar problemas con sus cancillerías, que les pidieron que por favor no vengan”. Es decir, ¿izquierdistas sumisos que decidieron no indisponer a sus cancillerías? Así, mejor vamos con la derecha.

Superado el papelón había que conformar una izquierda de la derecha ecuatoriana. Dos días después, el 23F y a propósito de la “rendición de cuentas” de Carrasco, se reunían para elaborar otro manifiesto de cuatro párrafos sobre un tema similar Mauricio Rodas, Jaime Nebot, Luis Fernando Torres, Doménica Tabacchi, Mónica Chuji, Luzmila Nicolalde, Carlos Vera, Luis Almeida, Leonardo Viteri, Carlos Falquez y muchos otros representantes de la dignidad política de este país. Muchos, excepto Guillermo Lasso, que no fueconvocado.

El análisis que nos plantea este complejo escenario político propio de la gastronomía de la Cuaresma, guisada en la conventual ciudad de los cuatro ríos, es ¿qué hacemos con el tema ideológico? ¿Cómo entender el abrazo de Carrasco con Nebot y Rodas, a renglón seguido de autoproclamarse, voz en cuello, “un demócrata de izquierda”? ¿Y la ausencia del alcalde Marcelo Cabrera?

Primer planteamiento: ¿Por qué no estuvo Guillermo Lasso, actor principal y argamasa capaz de consolidar el muro de este nuevo frente anticorreísta? Su ausencia abre una fisura, marca una obsolescencia programada para este buró ideológicamente amorfo. Pésimo precedente para un espacio libre de ideologías, democrático en extremo y sin ambiciones electorales. Cabrera demostró,una vez más, su habilidad política ambidiestra al refugiarse en Madrid.

Segundo planteamiento: ¿Un hecho que pretende ser recordado como “histórico”, “imposible que haya sucedido hace ocho años”, puede resumirse en un manifiesto de cuatro párrafos que habla de unidad, diversidad ideológica, pluralismo, progreso, libertad, abrazando precisamente a quienes en el pasado no han representado ninguno de estos principios?

Tercer planteamiento: ¿Es este un acto político tan endeble que no duró más de 72 horas en las agendas mediáticas, y por el cual se encareció, por cálculos ególatras, una “rendición de cuentos” exigida por la Constitución?


Ojalá en Cuenca no se vuelva a hablar insensatamente de la fórmula ideal e infalible para mezclar el agua con el aceite. O viceversa.

Artículo publicado en EL UNIVERSO.


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